Maneras de posar y de mirar II (Beach Beach etc.)

Adoro buscar coincidencias. Entretiene mucho. Por eso creo que ha llegado la hora de continuar el refrito ‘Maneras de mirar. Y de posar‘ con más intersecciones estilísticas en la era de la promoción musical.

La primera parte de este post caprichoso contó con inmersiones en el agua y caras ridículamente absortas frente a un proyector. Días después de su publicación me estampé contra las fotos oficiales de Los Pilotos, la última banda paralela de Los Planetas. Lo hice no una, sino cuatro veces, y cuatro veces fueron las que me volvió a entrar la risa. Tanto que he tenido que unir aquellas imágenes al puzzle original para sorprenderme, una vez más, comparando y repitiendo eso de «¡¡¿pero qué les ha dado a todos para ponerse de acuerdo?!!».

Y así fue como quedó este collage de rostros a lo «ponme un haz de luces encima y enigmatízame, por favor», con Florent y Banin coronados como los reyes del mambo visualmente psicodélico:

Antes de que sigáis adelante con este post tan poco profundo, dejadme que os avise: No tengo intención de banalizar nada. Esto es sólo una apreciación acerca de varios pellizcos estéticos que he ido cogiendo; un derrape frente a presuntas modas que nos paralizan el pestañeo de vez en cuando mientras nos preguntamos dónde vimos eso antes.

¿Y por dónde quiero continuar esta vez? Pues por un videoclip en el que tuve el placer de colaborar eligiendo seres vivos verdes con los que rellenar el espacio. ‘Plants’ es uno de los sencillos del disco de debut de los mallorquines Beach Beach, quienes por cierto lo presentan HOY en la sala Sidecar con Aries como compañera de cartel. Róger Guàrdia, el realizador de la pieza, necesitaba petar una habitación selváticamente mientras los músicos tocasen. Era su manera de representar la sensación de agobio que apresa a una pareja cuando está a punto de mandarlo todo a tomar por culo. Cuando me pidió consejo supe que el sitio era Cal Agustí. Es el mejor vivero al que he ido en Barcelona. Pocas cosas me gustan más que mirar un montón de plantas juntas. Lo de parar en mitad de la carretera con la excusa de pillar un par de sacas de tierra es como poner un pie en Disneylandia con cuatro años y no saber por dónde empezar del entusiasmo que te entra por el cuerpo. Y si encima lo tienes a mano sin salir de la ciudad… Dicen que quienes ven verde desde su ventana día a día alcanzan un nivel de felicidad superior. No sé si es verdad, pero tener un monte de pinos diciéndome «hola» desde lejos mientras escribo esto es la hostia, y me hincha de cosas buenas por dentro.

Esto hay que dejarlo claro: ‘Plants’, según el grupo, salió inconscientemente de la admiración por la música del “Briconsejo De Jardinería” de Bricomanía. ¡Ole ahí esa inspiración auténtica! Que le den por saco a Pitchfork y a la última sensación del mes más influyente. Aquí van algunos de los momentos que retuve a golpe de click durante el rodaje.



Y a estas alturas debéis estar preguntándoos qué tiene que ver este vídeo con las coincidencias promocionales del indie y demás. Bueno, más que el vídeo, es la chica que lo protagoniza y la portada que veis junto al tocadiscos en la foto de arriba. ¿Os suena? Es el bonito debut de Maria del Mar Bonet, todo un referente de la música de su tierra para los Beach Beach. Aquel primer disco les sirvió de inpiración para la portada de Tasteless Peace:

Otra inciso ramificado: Escucho el disco de Bonet de 1970, concretamente esta canción:

… y  no me queda otra: me arrastra sin piedad hacia Lole y Manuel cinco años más tarde.


¿Dónde si no me iba a llevar tanta luna escondiéndose, tanto sol saliéndose con la suya y tanto vestido blanco? Bueno, también está Kill Bill… Por cierto, ¿alguna vez os conté lo que me dijo Lole Montoya hace unos años a propósito de que Tarantino hubiera incluido su canción en la banda sonora? La cito textualmente: «Se pasaron la pelota unos a otros. Ya que me preguntas ponlo así. La gente es muy lista para hacer lo que le da la gana, pero bueno, prefiero no hablar de eso…». Asi que no hablamos más de eso.

Me he vuelto a ir por las ramas. ¡Si yo lo que venía aquí era a hablar de la influencia del Dinamismo Plástico en las portadas de discos, de verdad! De acuerdo, me voy a centrar. He estado a punto de ponerme muy pedante, todavía más, comentando cosas sobre la técnica ésa del Futurismo mientras rascábame la barbilla («Mmmmm, sí, bueno, decir que consiste en la representación de las diferentes fases del movimiento de uno o varios elementos en una única imagen, sí…»). Pero os habéis salvado. Antes de eso ha explotado en mi cabeza otro mosaico de coincidencias fotográficas porque sí reproduciéndose. Tras ellas hay nombres como James Blake, Lana del Rey, Javiera Mena, Reina Republicana, The Waterparties, Julio De La Rosa o M Ward. E incluso Joaquín Pascual en su último vídeoclip… Una lista hecha a botepronto que aumenta casi sin querer con sólo prestar un poco de atención.

Y por supuesto no podiá faltar esto, no vaya a ser que alguien diga que no están a la última, mon dieu!:

Yo ya os lo he dicho: soy más de plantas. Y con esas tengo que volver a Beach Beach. No me digáis, por cierto, que su videoclip no os ha recordao un poquííto a la estética de los carteles del año pasado del Primavera. Aquí todo está interconectao. Y tan conectado… y si no, mirad esto tan curioso:

Resulta que últimamente se multiplican las bandas con hombres cactus entre sus miembros. No saben tocar, y tampoco dicen nada en las entrevistas, pero quedan estupéndamente en las fotos de promoción.

Y no os penséis que se le había escapado a la reina del márqueting musical. Lana ha estado al tanto de lo que hacían Beach Beach, L’Hereu Escampa y Dear Prudence y no ha querido ser menos. Faltaba más…

Porque ya lo sabéis, ¿no? No hay que comprarse El Apartamento para darse cuenta ni retener aún en la mente el cartel del año pasado del Primavera: los cactus están de moda, aunque en el fondo yo lo que creo es que lo que está de moda es no complicarse la vida regando, abonando, podando y dando todos esos mimos que hay que dar a sus primos vegetales. Los cactus son más sencillitos. Piden poco. Se podría hacer un estudio sociológico sobre por qué cada día tenemos más gatos y más cactus en casa… Por comodidad, para qué vamos a engañarnos.

En fin, amigos y amigas, debo haberme pinchado con uno de esos seres punzantes, porque siento cómo me desinflo por momentos y llega la hora de acabar con esta vomitera de ideas rápidas. Si os apetece añadir alguna coincidencia más al refrito, invitados estáis. Me haría ilusión y sé que hay fondo donde rascar. ¡Ah, pero antes otro inciso! ¡He encontrado un cactus que sí que hace música!

 


 

(Cómo me gusta explotar las paridas…)

Publicado por Lenteja Lunar

Periodismo & Comunicación Digital

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