Reina Republicana: ¡A sus pies!

Después de ganar concursos y calor mediático con dos singles, los pamploneses Reina Republicana han hecho frente a su listón con un  primer largo que no defraudará ni a amantes del pop patrio de apariencia naïf ni a acérrimos del noise guitarrero. Mantener la coherencia de esa dicotomía no ha sido fácil. Amaia Tirapu (Kokoshca) abandonó en el despegue y fue reemplazada por Maite Rodríguez, quien aporta una voz clon en timbre y dulzura, y el buen hacer de su viola.

Nada más pulsar el play uno se pregunta por qué a estas alturas, y viniendo de Halfoot Outside, Tristessa y Doubtful, han querido sonar tanto a Los Planetas. Israel Medina, que es quien lleva las riendas, pasó fugazmente por la banda granadina. Los teclados de Banin como colaborador tienen gran peso. Florent y Guille Mostaza también están entre los muchos invitados, pero si la escucha prosigue se ve claro: no merecen ser estigmatizados. Reina Republicana lo mismo recuerdan a Charades, que se llevan la ingenuidad de ¿Papa Topo? a un videoclip con los Beach Boys bajo aspersores a contraluz; pasan una bossa por el filtro lisérgico de My Bloody Valentine con la ayuda de Amaia, o se transforman en las Ronettes y acaban haciendo un cocktail de todo eso mientras narran un amargo final de verano entre la garra épica de The Joy Formidable y el nivel de flotación del Girls de Death in Vegas. Así es imposible no sucumbir.

*Reseña publicada en el número de diciembre de 2011 de la revista Go Mag